Mohamed Abdelaziz, en la sede del Gobierno de la RASD. Foto: Nacho Para
Noticias de Álava
28 de mayo de 2008
Mohamed Abdelaziz, Secretario general del Frente Polisario y Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática
'El pueblo nos pide volver a la guerra, pero creemos que con el apoyo internacional la solución pacífica es posible'
Mohamed Abdelaziz fue reelegido el pasado diciembre secretario general del Frente Polisario, cargo que lleva implícita la presidencia de la RASD. El líder saharaui pide el compromiso de la comunidad internacional con los principios aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU
Ibai Fernandez
Enviado especial
Rabuni (argelia). Mohamed Abdelaziz (Smara 1948) es un jefe de Estado sin territorio. Dirige la República Saharaui desde el exilio de Rabuni, capital de los campamentos de refugiados de Tinduf, en el sur de Argelia, desde donde reivindica la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de ONU para la celebración de un referéndum de autodeterminación. Una marca en la frente de una bala que a punto estuvo de quitarle la vida recuerda al viejo guerrillero, que hoy dirige los destinos de su pueblo desde un despacho antiguo, sin lujos ni alardes, pero con las convicciones claras. El secretario general del Frente Polisario evita hablar de una posible vuelta a la guerra, pero asegura que no podrá contener para siempre la decepción de su pueblo con la comunidad internacional. "Son muchos los que nos piden que retomemos la lucha armada, pero les estamos concienciando de que podemos lograr nuestros derechos de una forma pacífica", afirma antes de advertir de que la guerra será irremediable si continúa el bloqueo marroquí.
¿Qué mensaje manda la RASD en el 35º aniversario del Frente Polisario que celebran estos días?
Pedimos a la comunidad internacional que nos conceda el lugar que nos corresponde y que se apliquen las resoluciones de la ONU sobre la celebración del referéndum de autodeterminación para el Sahara Occidental.
¿En qué punto nos encontramos?
35 años es mucho tiempo. En este periodo ha habido innumerables intentonas para arrodillar al pueblo saharaui y maniobras para forzar nuestra rendición. Pero este tiempo también ha servido para demostrar que el pueblo saharaui existe, tiene sus derechos y que está dispuesto a luchar por ellos. Después de 35 años, la gente que conoce el problema llega a la conclusión de que el pueblo saharaui es una realidad regional, irreversible también a nivel internacional.
¿Qué análisis hace la sociedad saharaui de la situación actual?
El pueblo saharaui está totalmente decepcionado. En 1991 las Naciones Unidas les pidió un alto el fuego para celebrar un referéndum meses después. Éste es un planteamiento que también suscribió Marruecos, pero que no respeta. El régimen de Rabat ha renunciado a aplicar el referéndum y ha dicho que no va a cumplir las resoluciones de la ONU. Sin embargo, Naciones Unidas no presiona para que se respeten estas resoluciones. Esto es lo que genera la decepción y la frustración del pueblo saharaui.
Algunos piden medidas de presión que, sin ser la vuelta a la lucha armada, sirvan para forzar a la comunidad internacional a cambiar su postura. ¿Han planteado más medidas de ese tipo?
El 20 de mayo de 2005 comenzó la intifada saharaui pacífica en las zonas de ocupación marroquí. Tiene como objetivo reivindicar públicamente mediante manifestaciones el respeto a los derechos humanos en las zonas ocupadas y la aplicación del referéndum. Es un nuevo método de lucha que va desde el sur del Sahara Occidental hasta Rabat. La respuesta de Marruecos es una dura represión. Ante esta situación, el pueblo saharaui nos pide que retomemos la guerra, pero, afortunadamente, estamos consiguiendo concienciar y sensibilizar a nuestro pueblo para que sigamos dando una oportunidad a la paz, a la ONU y a la comunidad internacional para que podamos ejercer nuestros derechos de una forma pacífica y a través de la legalidad internacional.
¿El Frente Polisario sigue apostando por una solución pacífica?
Hoy tenemos más esperanzas que nunca en una solución pacífica. Toda la generación que nació después de la ocupación de 1975 y del alto el fuego de 1991 tiene la misma disposición que nosotros por conseguir la libertad. El tiempo nos debe servir para consolidar las ideas de cada generación. Y los jóvenes de ahora también están dispuestos a entregar su vida por la libertad del Sahara Occidental.
¿Mantiene su confianza en las Naciones Unidas pese al retraso en la aplicación de sus resoluciones?
Creemos que es un agente fundamental y confiamos en que, pese a la presión de Francia y de EEUU, su papel va a ser decisivo en este proceso. Nosotros intentamos estar a la altura de la coyuntura internacional, pero sin olvidar que el objetivo es el respeto a los derechos saharauis.
La ONU ha defendido hasta ahora públicamente el derecho de autodeterminación del Sahara como método para solucionar el conflicto. ¿Le preocupa que la ONU pueda cambiar de postura?
El Tribunal de la Haya, la Cuarta Asamblea de Descolonización y el Consejo de Seguridad coinciden en que éste es un problema que se debe resolver mediante la aplicación del derecho de autodeterminación, y es bajo esas resoluciones donde trabaja la ONU, que ha creado una misión específica para ello. El conflicto del Sahara no se puede solucionar de otra forma que no sea la libre decisión del pueblo saharaui.
Sin embargo, el enviado especial para el Sahara, Peter Van Walsum, dijo hace poco que la independencia no es una opción realista y que habría que estudiar otras propuestas.
Es cierto que se ha desmarcado de la postura de la ONU. Pero con eso lo único que hace es excluirse como mediador. Para nosotros su participación ya no es viable. Un mediador debe ser el árbitro del consenso y no se puede posicionar. Además, ahora mismo sobre la mesa sólo hay dos propuestas, la autonomía que defiende Marruecos y el referéndum de autodeterminación con tres opciones: anexión, autonomía o independencia. Y la nuestra integra la legalidad internacional y la propuesta marroquí.
¿Qué posibilidades de acuerdo hay entre esas dos propuestas?
Independientemente de lo que se pueda especular, la solución del conflicto pasa inevitablemente por la libre decisión del pueblo saharaui. No se le puede imponer ninguna solución al margen de la legalidad internacional.
¿Qué papel deben jugar el resto de actores internacionales?
Hay países que tienen mucha responsabilidad en la situación del pueblo saharaui. Sobre todo España. Si hubiese cumplido con sus compromisos hoy no habría problema del Sahara. Fue España quien colonizó nuestro país, y así lo reconocen las resoluciones de La Haya. Nunca debió permitir la ocupación del Sahara Occidental. Su postura es contradictoria con la legalidad internacional.
¿Su apuesta por la salida pacífica tiene fecha límite?
Es evidente que el bloqueo actual no es sostenible. Pero tampoco nos debemos equivocar. Ésta tampoco es una situación fácil para el régimen de Rabat. Marruecos debe mantener a 200.000 soldados a lo largo de todo el muro, y eso genera una situación económica y política complicada. Rabat gasta cada día 3 millones de euros para mantener a sus tropas. El desembolso económico para reprimir la intifada pacífica o mantener los lobbys de presión de Washington también son muy costosos.
¿Considera que la situación actual beneficia más al Frente Polisario que a Marruecos?
Yo creo que sí. Con el alto el fuego estamos consolidando nuestra población, y tener una estructura bien organizada también es una forma de resistencia. Así debilitamos al Gobierno marroquí, que destina buena parte de sus recursos a mantener la ocupación del Sahara Occidental. Marruecos es un Estado pobre que depende de las ayudas europeas y de la venta de hachís. Es un país no democrático que quiere imponer la ocupación del país vecino en pleno siglo XXI. Cada día que pasa beneficia más al pueblo saharaui que al régimen marroquí. El tiempo juega a nuestro favor.
¿La vuelta a la lucha armada no puede ser una excusa a Marruecos para criminalizar al Frente Polisario?
35 años de resistencia son suficientes para que el mundo sepa y entienda qué es el Frente Polisario. Y el mundo sabe que el Polisario no es un grupo terrorista, es un movimiento de liberación que lucha contra la ocupación de su país. Somos un pueblo que tiene credibilidad y que siempre ha luchado con transparencia. Esa es nuestra carta de visita. Es irreversible.
Esta misma entrevista fue recogida en forma de resumen por SPS- SAHARA PRESS SERVICE y publicada por SR: El presidente Abdelaziz pide que se apliquen las resoluciones de Naciones Unidas en el conflicto con Marruecos
Fuentes:
*Koordinadora Otsailak 27 / 27 de Febrero Euskadi-Sahara
*Noticias de Álava
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28 de mayo de 2008
Mohamed Abdelaziz, Secretario general del Frente Polisario y Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática
'El pueblo nos pide volver a la guerra, pero creemos que con el apoyo internacional la solución pacífica es posible'
Mohamed Abdelaziz fue reelegido el pasado diciembre secretario general del Frente Polisario, cargo que lleva implícita la presidencia de la RASD. El líder saharaui pide el compromiso de la comunidad internacional con los principios aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU
Ibai Fernandez
Enviado especial
Rabuni (argelia). Mohamed Abdelaziz (Smara 1948) es un jefe de Estado sin territorio. Dirige la República Saharaui desde el exilio de Rabuni, capital de los campamentos de refugiados de Tinduf, en el sur de Argelia, desde donde reivindica la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de ONU para la celebración de un referéndum de autodeterminación. Una marca en la frente de una bala que a punto estuvo de quitarle la vida recuerda al viejo guerrillero, que hoy dirige los destinos de su pueblo desde un despacho antiguo, sin lujos ni alardes, pero con las convicciones claras. El secretario general del Frente Polisario evita hablar de una posible vuelta a la guerra, pero asegura que no podrá contener para siempre la decepción de su pueblo con la comunidad internacional. "Son muchos los que nos piden que retomemos la lucha armada, pero les estamos concienciando de que podemos lograr nuestros derechos de una forma pacífica", afirma antes de advertir de que la guerra será irremediable si continúa el bloqueo marroquí.
¿Qué mensaje manda la RASD en el 35º aniversario del Frente Polisario que celebran estos días?
Pedimos a la comunidad internacional que nos conceda el lugar que nos corresponde y que se apliquen las resoluciones de la ONU sobre la celebración del referéndum de autodeterminación para el Sahara Occidental.
¿En qué punto nos encontramos?
35 años es mucho tiempo. En este periodo ha habido innumerables intentonas para arrodillar al pueblo saharaui y maniobras para forzar nuestra rendición. Pero este tiempo también ha servido para demostrar que el pueblo saharaui existe, tiene sus derechos y que está dispuesto a luchar por ellos. Después de 35 años, la gente que conoce el problema llega a la conclusión de que el pueblo saharaui es una realidad regional, irreversible también a nivel internacional.
¿Qué análisis hace la sociedad saharaui de la situación actual?
El pueblo saharaui está totalmente decepcionado. En 1991 las Naciones Unidas les pidió un alto el fuego para celebrar un referéndum meses después. Éste es un planteamiento que también suscribió Marruecos, pero que no respeta. El régimen de Rabat ha renunciado a aplicar el referéndum y ha dicho que no va a cumplir las resoluciones de la ONU. Sin embargo, Naciones Unidas no presiona para que se respeten estas resoluciones. Esto es lo que genera la decepción y la frustración del pueblo saharaui.
Algunos piden medidas de presión que, sin ser la vuelta a la lucha armada, sirvan para forzar a la comunidad internacional a cambiar su postura. ¿Han planteado más medidas de ese tipo?
El 20 de mayo de 2005 comenzó la intifada saharaui pacífica en las zonas de ocupación marroquí. Tiene como objetivo reivindicar públicamente mediante manifestaciones el respeto a los derechos humanos en las zonas ocupadas y la aplicación del referéndum. Es un nuevo método de lucha que va desde el sur del Sahara Occidental hasta Rabat. La respuesta de Marruecos es una dura represión. Ante esta situación, el pueblo saharaui nos pide que retomemos la guerra, pero, afortunadamente, estamos consiguiendo concienciar y sensibilizar a nuestro pueblo para que sigamos dando una oportunidad a la paz, a la ONU y a la comunidad internacional para que podamos ejercer nuestros derechos de una forma pacífica y a través de la legalidad internacional.
¿El Frente Polisario sigue apostando por una solución pacífica?
Hoy tenemos más esperanzas que nunca en una solución pacífica. Toda la generación que nació después de la ocupación de 1975 y del alto el fuego de 1991 tiene la misma disposición que nosotros por conseguir la libertad. El tiempo nos debe servir para consolidar las ideas de cada generación. Y los jóvenes de ahora también están dispuestos a entregar su vida por la libertad del Sahara Occidental.
¿Mantiene su confianza en las Naciones Unidas pese al retraso en la aplicación de sus resoluciones?
Creemos que es un agente fundamental y confiamos en que, pese a la presión de Francia y de EEUU, su papel va a ser decisivo en este proceso. Nosotros intentamos estar a la altura de la coyuntura internacional, pero sin olvidar que el objetivo es el respeto a los derechos saharauis.
La ONU ha defendido hasta ahora públicamente el derecho de autodeterminación del Sahara como método para solucionar el conflicto. ¿Le preocupa que la ONU pueda cambiar de postura?
El Tribunal de la Haya, la Cuarta Asamblea de Descolonización y el Consejo de Seguridad coinciden en que éste es un problema que se debe resolver mediante la aplicación del derecho de autodeterminación, y es bajo esas resoluciones donde trabaja la ONU, que ha creado una misión específica para ello. El conflicto del Sahara no se puede solucionar de otra forma que no sea la libre decisión del pueblo saharaui.
Sin embargo, el enviado especial para el Sahara, Peter Van Walsum, dijo hace poco que la independencia no es una opción realista y que habría que estudiar otras propuestas.
Es cierto que se ha desmarcado de la postura de la ONU. Pero con eso lo único que hace es excluirse como mediador. Para nosotros su participación ya no es viable. Un mediador debe ser el árbitro del consenso y no se puede posicionar. Además, ahora mismo sobre la mesa sólo hay dos propuestas, la autonomía que defiende Marruecos y el referéndum de autodeterminación con tres opciones: anexión, autonomía o independencia. Y la nuestra integra la legalidad internacional y la propuesta marroquí.
¿Qué posibilidades de acuerdo hay entre esas dos propuestas?
Independientemente de lo que se pueda especular, la solución del conflicto pasa inevitablemente por la libre decisión del pueblo saharaui. No se le puede imponer ninguna solución al margen de la legalidad internacional.
¿Qué papel deben jugar el resto de actores internacionales?
Hay países que tienen mucha responsabilidad en la situación del pueblo saharaui. Sobre todo España. Si hubiese cumplido con sus compromisos hoy no habría problema del Sahara. Fue España quien colonizó nuestro país, y así lo reconocen las resoluciones de La Haya. Nunca debió permitir la ocupación del Sahara Occidental. Su postura es contradictoria con la legalidad internacional.
¿Su apuesta por la salida pacífica tiene fecha límite?
Es evidente que el bloqueo actual no es sostenible. Pero tampoco nos debemos equivocar. Ésta tampoco es una situación fácil para el régimen de Rabat. Marruecos debe mantener a 200.000 soldados a lo largo de todo el muro, y eso genera una situación económica y política complicada. Rabat gasta cada día 3 millones de euros para mantener a sus tropas. El desembolso económico para reprimir la intifada pacífica o mantener los lobbys de presión de Washington también son muy costosos.
¿Considera que la situación actual beneficia más al Frente Polisario que a Marruecos?
Yo creo que sí. Con el alto el fuego estamos consolidando nuestra población, y tener una estructura bien organizada también es una forma de resistencia. Así debilitamos al Gobierno marroquí, que destina buena parte de sus recursos a mantener la ocupación del Sahara Occidental. Marruecos es un Estado pobre que depende de las ayudas europeas y de la venta de hachís. Es un país no democrático que quiere imponer la ocupación del país vecino en pleno siglo XXI. Cada día que pasa beneficia más al pueblo saharaui que al régimen marroquí. El tiempo juega a nuestro favor.
¿La vuelta a la lucha armada no puede ser una excusa a Marruecos para criminalizar al Frente Polisario?
35 años de resistencia son suficientes para que el mundo sepa y entienda qué es el Frente Polisario. Y el mundo sabe que el Polisario no es un grupo terrorista, es un movimiento de liberación que lucha contra la ocupación de su país. Somos un pueblo que tiene credibilidad y que siempre ha luchado con transparencia. Esa es nuestra carta de visita. Es irreversible.
Esta misma entrevista fue recogida en forma de resumen por SPS- SAHARA PRESS SERVICE y publicada por SR: El presidente Abdelaziz pide que se apliquen las resoluciones de Naciones Unidas en el conflicto con Marruecos
Fuentes:
*Koordinadora Otsailak 27 / 27 de Febrero Euskadi-Sahara
*Noticias de Álava
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