Poemario por un Sáhara Libre
11 de marzo de 2008
Diario de Burgos Digital
Un delegación burgalesa conoce de cerca la realidad saharaui
La crónica de la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento, María José Abajo, desde los campamentos de refugiados
El día de hoy ha transcurrido con las familias residentes en Dajla. Especialmente llama la atención a quienes venimos por primera vez, que en casi todas las viviendas se equipan del kit compuesto por placa solar, batería y fluorescente, y para los más pudientes, antena parabólica y televisión. Después de dormir en la Jaima de Fatma, hemos visitado un proyecto próximo, el Centro de Mayores de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo. Por una parte, se financia un rebaño de camellas para producción de leche y sacrificio para carne y la construcción, en el exterior de la wilaya, del centro de Mayores. Su objetivo es reforzar la dieta y mejorar la salud de estos ancianos, seleccionados desde su ayuntamiento, que durante 40 días residen en esta instalación. Hoy no tienen ningún grupo pero sí el rebaño próximo y sus cuidadores.
Poco después nos han acercado hasta el Hospital de Dajla, un tanto alejado de todas las tiendas y que cuenta incluso con dos depósitos de agua autónomos. Es una instalación mejor equipada que otras porque se intenta mantener a la población mejorándoles los servicios, ya que la distancia a cualquier otro campamento y, sobre todo, a las instalaciones administrativas hace que muchas familias deseen abandonar Dajla. Con Jando, el celador del hospital, hemos visto algunas de sus especialidades (oftalmología, pediatría, rayos, laboratorio...) pero la impresión general es que la población acude en contadas ocasiones y la consulta más frecuentada es atención primaria. El médico que pasa consulta hoy nos ha explicado que entre 3 médicos –formados en Cuba- hacen 5 jornadas de 24 horas y libran diez días. También este hospital es escuela de auxiliares de enfermería, cuya especialización dura dos años. Las consultas especializadas, como oftalmología, permanecen casi todo el año cerradas, hasta que llegan los oftalmólogos que, desde España, Italia... como cooperantes, se instalan varias quincenas, diagnostican a las personas en espera y operan, por ejemplo, cataratas, con el material que ellos traen.
De nuevo en el campamento, nos acercamos a las escuelas. Todos están el recreo y podemos hablar un rato con los profesores y profesoras. Es una construcción muy vieja porque están arreglando las nuevas. Tiene un gran patio interior donde forman por clases antes de entrar. Por cierto, mantienen esta formula de “buenos días, señor maestro...” y es obligatorio que vayan calzados y con bata. Las clases están separadas por edades y género. En algunas pizarras tenían unas cuentas, en otras, textos para copiar, figuras de geometría... Como es jueves, no tendrán clase por la tarde, pero siempre tiene deberes para hacer en casa.
Esta misma mañana también vemos otras instalaciones como el Circulo Infantil, que es una guardería muy similar a nuestros modelos; con aulas de niños y niñas de 3, 4 y 5 años ( a los 6 pasan a la escuela). Cada aula, con una capacidad de 20 – 22 niños, tiene dos educadoras. Tienen horario partido y cuando hemos estado, los peques están en sus casas. Cuando hay alguna campaña o proyecto de suplementos alimenticios para pequeños, se distribuye en este centro. En estas fechas, sólo se alimentan de lo que les facilitan sus familias.
Nos interesamos por ver la Casa de la Mujer, recién inaugurada también en diciembre y construida con presupuestos de Andalucía. Es el edificio más bonito de toda la wilaya, destinado a las mujeres, con espacios como biblioteca, sala de reuniones, exposición de productos, salón de belleza, aula, guardería... y los mejores baños que hasta ahora hemos visto. Es el espacio reservado para las mujeres, su tiempo de ocio, sus inquietudes... entre las temporadas en que los hombres pasan en los espacios administrativos (todo el mundo parece tener una función o cargo de responsabilidad sobre algo), con el ganado pastoreando o militarizados por el Frente Polisario, se entiende que frente a una aparente autoridad masculina para los asuntos públicos, el día a día de las comunidades se dirige y gestiona por las mujeres cabezas de familia. Fatma, nuestra anfitriona, es alcaldesa de su barrio y una mujer honorable con derecho a voto en las asambleas. El Gobierno actual, por ley, tiene una cuota del 25% de mujeres, y creciendo, pero siguen siendo también las responsables del hogar, intendencia, alimentación, cuidado de niños y mayores...
Por último antes de comer, vamos hasta el Huerto General, impresionante extensión con riego por goteo en toda su superficie, perimetrado por muro de adobe y carrizos separando las siembras para luchar contra el viento y la arena. Tiene además de dos invernaderos de producción y uno de vivero, los tres en pleno rendimiento. Hemos visto tomate, berza, cebolla, calabaza y calabacín, zanahoria, remolacha... pero la producción es costosísima por la escasez y salinidad del agua. Parte de esta producción se gestiona en comunidad y parte se comercializa en mercado privado, en unas pequeñas tiendas (como nuestros antiguos ultramarinos) donde también se encuentran lácteos, productos higiénicos, conservas, dulces, menaje de hogar, textil...
Junto a este huerto, encontramos un Taller mecánico identificado en el exterior con una placa de Castilla y León. Aquí se repara la maquinaria pesada que les permite desplazamientos colectivos y abastecimiento de agua para consumo humano y ganado, botellas de gas para uso doméstico, forraje... Algo que llama también la atención es el alto número de plataformas de camión y contenedores que, llegados a su destino, se acumulan para siempre incluso con una nueva vida como almacenes improvisados. En muchos se pueden leer el origen de la ayuda que transportó y los lemas de los proyectos.
Por último, y antes de abandonar Dajla, nos ofrecen una comida en la jaima del tercer Gobernador de la Wilaya; un hombre importante a juzgar por el número de camellas y cabras que posee y el confor, a la última moda saharaui, de su tienda. Aquí hemos probado por primera vez la carne de camello, una exquisitez para los visitantes pero también un lujo para la población que lo consume en ocasiones muy especiales, fiestas, ceremonias... Todas las comidas se acompañan del ritual del te, del que nos explican tiene tres cocciones incorporando más azúcar a cada una y, por tanto, tres sabores distintos: el primero, amargo como la vida; el segundo, dulce como el amor, el tercero, suave como la muerte.
Antes de marcharnos, devolvemos a Halifa a su casa, que nos a acompañado en todas las visitas, y comprobamos lo que muchísimas familias burgalesas ya conocen; el cariño y la alegría de estos niños y niñas, que hablan casi todos en castellano (algunos, también catalán ó euskera) y nos despiden con besos y achuchones.
Retornando hacia Rabuni – Protocolo, Alí Salem, el delegado Saharaui que nos acompaña concierta que la entrevista con la Ministra de Educación y Enseñanza en su Jaima de Smara. Cenamos antes, esta vez un puré de verduras y pasta hervida con una salsa de cebolla y tomate.
Los traslados nocturnos son muy poco frecuentes. La oscuridad es total salvo las luces de los jeeps, por unas carreteras y pistas nada señalizadas. A cambio, se puede disfrutar de un cielo inmenso y cercano aunque nuestra visita se produce en luna nueva.
Mariam Ihmada nos recibe con su esposo y nos ofrecen el té. Hablamos de los proyectos educativos de la comunidad, los centros de formación profesional que tienen el los campamentos y la posibilidad de que alumnos de secundaria y universidad puedan trasladarse a nuestra Comunidad Autónoma con proyectos para seguir sus estudios, con la tutela de los delegados saharauis y el refuerzo de las familias de las Asociaciones. En general, ve la situación política con bastante optimismo, confiando en la mediación internacional. Es la única autoridad que no nos ha hablado de guerra. También acordamos insistir en la demanda de implantación del Instituto Cervantes en los campamentos para mantener y mejorar el Castellano como segunda lengua oficial. Nos despedimos de ella a más de las 01:00.
Fuentes:
*POEMARIO POR UN SAHARA LIBRE
*Diario de Burgos Digital
11 de marzo de 2008
Diario de Burgos Digital
Un delegación burgalesa conoce de cerca la realidad saharaui
La crónica de la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento, María José Abajo, desde los campamentos de refugiados
El día de hoy ha transcurrido con las familias residentes en Dajla. Especialmente llama la atención a quienes venimos por primera vez, que en casi todas las viviendas se equipan del kit compuesto por placa solar, batería y fluorescente, y para los más pudientes, antena parabólica y televisión. Después de dormir en la Jaima de Fatma, hemos visitado un proyecto próximo, el Centro de Mayores de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo. Por una parte, se financia un rebaño de camellas para producción de leche y sacrificio para carne y la construcción, en el exterior de la wilaya, del centro de Mayores. Su objetivo es reforzar la dieta y mejorar la salud de estos ancianos, seleccionados desde su ayuntamiento, que durante 40 días residen en esta instalación. Hoy no tienen ningún grupo pero sí el rebaño próximo y sus cuidadores.
Poco después nos han acercado hasta el Hospital de Dajla, un tanto alejado de todas las tiendas y que cuenta incluso con dos depósitos de agua autónomos. Es una instalación mejor equipada que otras porque se intenta mantener a la población mejorándoles los servicios, ya que la distancia a cualquier otro campamento y, sobre todo, a las instalaciones administrativas hace que muchas familias deseen abandonar Dajla. Con Jando, el celador del hospital, hemos visto algunas de sus especialidades (oftalmología, pediatría, rayos, laboratorio...) pero la impresión general es que la población acude en contadas ocasiones y la consulta más frecuentada es atención primaria. El médico que pasa consulta hoy nos ha explicado que entre 3 médicos –formados en Cuba- hacen 5 jornadas de 24 horas y libran diez días. También este hospital es escuela de auxiliares de enfermería, cuya especialización dura dos años. Las consultas especializadas, como oftalmología, permanecen casi todo el año cerradas, hasta que llegan los oftalmólogos que, desde España, Italia... como cooperantes, se instalan varias quincenas, diagnostican a las personas en espera y operan, por ejemplo, cataratas, con el material que ellos traen.
De nuevo en el campamento, nos acercamos a las escuelas. Todos están el recreo y podemos hablar un rato con los profesores y profesoras. Es una construcción muy vieja porque están arreglando las nuevas. Tiene un gran patio interior donde forman por clases antes de entrar. Por cierto, mantienen esta formula de “buenos días, señor maestro...” y es obligatorio que vayan calzados y con bata. Las clases están separadas por edades y género. En algunas pizarras tenían unas cuentas, en otras, textos para copiar, figuras de geometría... Como es jueves, no tendrán clase por la tarde, pero siempre tiene deberes para hacer en casa.
Esta misma mañana también vemos otras instalaciones como el Circulo Infantil, que es una guardería muy similar a nuestros modelos; con aulas de niños y niñas de 3, 4 y 5 años ( a los 6 pasan a la escuela). Cada aula, con una capacidad de 20 – 22 niños, tiene dos educadoras. Tienen horario partido y cuando hemos estado, los peques están en sus casas. Cuando hay alguna campaña o proyecto de suplementos alimenticios para pequeños, se distribuye en este centro. En estas fechas, sólo se alimentan de lo que les facilitan sus familias.
Nos interesamos por ver la Casa de la Mujer, recién inaugurada también en diciembre y construida con presupuestos de Andalucía. Es el edificio más bonito de toda la wilaya, destinado a las mujeres, con espacios como biblioteca, sala de reuniones, exposición de productos, salón de belleza, aula, guardería... y los mejores baños que hasta ahora hemos visto. Es el espacio reservado para las mujeres, su tiempo de ocio, sus inquietudes... entre las temporadas en que los hombres pasan en los espacios administrativos (todo el mundo parece tener una función o cargo de responsabilidad sobre algo), con el ganado pastoreando o militarizados por el Frente Polisario, se entiende que frente a una aparente autoridad masculina para los asuntos públicos, el día a día de las comunidades se dirige y gestiona por las mujeres cabezas de familia. Fatma, nuestra anfitriona, es alcaldesa de su barrio y una mujer honorable con derecho a voto en las asambleas. El Gobierno actual, por ley, tiene una cuota del 25% de mujeres, y creciendo, pero siguen siendo también las responsables del hogar, intendencia, alimentación, cuidado de niños y mayores...
Por último antes de comer, vamos hasta el Huerto General, impresionante extensión con riego por goteo en toda su superficie, perimetrado por muro de adobe y carrizos separando las siembras para luchar contra el viento y la arena. Tiene además de dos invernaderos de producción y uno de vivero, los tres en pleno rendimiento. Hemos visto tomate, berza, cebolla, calabaza y calabacín, zanahoria, remolacha... pero la producción es costosísima por la escasez y salinidad del agua. Parte de esta producción se gestiona en comunidad y parte se comercializa en mercado privado, en unas pequeñas tiendas (como nuestros antiguos ultramarinos) donde también se encuentran lácteos, productos higiénicos, conservas, dulces, menaje de hogar, textil...
Junto a este huerto, encontramos un Taller mecánico identificado en el exterior con una placa de Castilla y León. Aquí se repara la maquinaria pesada que les permite desplazamientos colectivos y abastecimiento de agua para consumo humano y ganado, botellas de gas para uso doméstico, forraje... Algo que llama también la atención es el alto número de plataformas de camión y contenedores que, llegados a su destino, se acumulan para siempre incluso con una nueva vida como almacenes improvisados. En muchos se pueden leer el origen de la ayuda que transportó y los lemas de los proyectos.
Por último, y antes de abandonar Dajla, nos ofrecen una comida en la jaima del tercer Gobernador de la Wilaya; un hombre importante a juzgar por el número de camellas y cabras que posee y el confor, a la última moda saharaui, de su tienda. Aquí hemos probado por primera vez la carne de camello, una exquisitez para los visitantes pero también un lujo para la población que lo consume en ocasiones muy especiales, fiestas, ceremonias... Todas las comidas se acompañan del ritual del te, del que nos explican tiene tres cocciones incorporando más azúcar a cada una y, por tanto, tres sabores distintos: el primero, amargo como la vida; el segundo, dulce como el amor, el tercero, suave como la muerte.
Antes de marcharnos, devolvemos a Halifa a su casa, que nos a acompañado en todas las visitas, y comprobamos lo que muchísimas familias burgalesas ya conocen; el cariño y la alegría de estos niños y niñas, que hablan casi todos en castellano (algunos, también catalán ó euskera) y nos despiden con besos y achuchones.
Retornando hacia Rabuni – Protocolo, Alí Salem, el delegado Saharaui que nos acompaña concierta que la entrevista con la Ministra de Educación y Enseñanza en su Jaima de Smara. Cenamos antes, esta vez un puré de verduras y pasta hervida con una salsa de cebolla y tomate.
Los traslados nocturnos son muy poco frecuentes. La oscuridad es total salvo las luces de los jeeps, por unas carreteras y pistas nada señalizadas. A cambio, se puede disfrutar de un cielo inmenso y cercano aunque nuestra visita se produce en luna nueva.
Mariam Ihmada nos recibe con su esposo y nos ofrecen el té. Hablamos de los proyectos educativos de la comunidad, los centros de formación profesional que tienen el los campamentos y la posibilidad de que alumnos de secundaria y universidad puedan trasladarse a nuestra Comunidad Autónoma con proyectos para seguir sus estudios, con la tutela de los delegados saharauis y el refuerzo de las familias de las Asociaciones. En general, ve la situación política con bastante optimismo, confiando en la mediación internacional. Es la única autoridad que no nos ha hablado de guerra. También acordamos insistir en la demanda de implantación del Instituto Cervantes en los campamentos para mantener y mejorar el Castellano como segunda lengua oficial. Nos despedimos de ella a más de las 01:00.
Fuentes:
*POEMARIO POR UN SAHARA LIBRE
*Diario de Burgos Digital
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