domingo, 25 de noviembre de 2007

Especial 'SAHARA, LA ÚLTIMA COLONIA' en LA OPINIÓN DE TENERIFE


La Opinión de Tenerife dedicó hoy, su suplemento especial de los domingos "A fondo" al Sáhara Occidental, los saharauis en Canarias, la represión marroquí, los canarios nacidos en el Sáhara y el auto de Garzón bajo el título de "Sáhara, la última colonia". En su versión en papel, ocupó 8 páginas.
Entra directamente en su versión para internet a través de la dirección de abajo (SR: ver primera parte de la noticia a continuación y todos los enlaces al final).
Saludos
Servicio de Comunicación Saharaui en Canarias (SCSC)


LA OPINIÓN DE TENERIFE
25 de noviembre de 2007

Sáhara, la última colonia

Para Naciones Unidas, la administración del Sáhara sigue siendo española y su descolonización está pendiente desde 1965, aunque muchos ciudadanos lo hayan olvidado

BELÉN MOLINA Las reclamaciones del Frente Polisario han vuelto a ser noticia a raíz de que en octubre el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón se declarase competente para investigar a trece altos cargos de la Gendarmería Real y de la policía marroquí, acusados por varias asociaciones de derechos humanos de los delitos de torturas y genocidio, resumidos en la desaparición de más de 500 saharauis desde la retirada española del Sáhara occidental en 1975. Para Marruecos, por contra, esta iniciativa judicial es "un reconocimiento de la tesis del Polisario en contra de los derechos históricos de Marruecos".

Este es el punto angular del conflicto sahariano-marroquí, que ya dura 32 años. Las pretensiones marroquíes son incorporar a su territorio todo el Sáhara occidental además de Ceuta y Melilla)y para ello alude a unos derechos históricos que cuesta encontrar en la misma Historia, ya que no hubo presencia marroquí en suelo sahariano hasta mediados del siglo XX y tras la ocupación que conllevó la Marcha Verde. Eso es, al menos, lo que dice el dictamen del Tribunal de Justicia de La Haya de 16 de octubre de 1975 y las más de sesenta resoluciones de Naciones Unidas que instan a que los saharauis decidan su propio futuro.

Para Naciones Unidas, la administración del Sáhara sigue siendo española, es decir, se trata de la última colonia todavía por descolonizar, algo pendiente desde 1965 aunque muchos ciudadanos lo hayan olvidado.

La última propuesta de Mohamed VI "en respuesta a la llamada internacional" es la de negociar el estatuto de autonomía "en el marco de la soberanía del Reino y de su unidad nacional", algo inaceptable para el Frente Polisario que, por el contrario, ofrece "el mutuo reconocimiento y respeto de la soberanía, independencia e integridad territorial de los dos países".

No parece que vaya a haber una solución política fácil. Hace sólo semanas, el 7 de noviembre pasado, Mohamed VI afirmó en un discurso en Casablanca, con motivo del 32 aniversario de La Marcha Verde, que "cualquiera que sea la solución consensuada que emergerá de unas negociaciones serias (...), Marruecos, su Rey y su pueblo no aceptarán otra que la autonomía (del Sáhara Occidental) en el marco de un Estado (el Estado marroquí) unido y unificado".

Añadió que "Marruecos no se abrirá a planteamientos tendenciosos" ni tampoco "consentirá ninguna orientación insidiosa que se proponga mermar la soberanía del Reino y su indivisible e incuestionable unidad nacional y territorial".

A pesar de las resoluciones de Naciones Unidas, Marruecos hace y deshace en el Sáhara a su antojo. Por ejemplo, no tiene potestad para negociar acuerdos de pesca con ningún país de la Unión Europea, pero lo hace. Tampoco le es permitido explotar los yacimientos de fosfatos, pero los explota. Hasta ahora no se atrevido a explotar las bolsas de gas del subsuelo ni los yacimientos petrolíferos, pero es una pretensión que interesa tanto a Marruecos como a Estados Unidos. Y es que la superpotencia guarda en su manga muchas claves de por qué este conflicto sigue sin resolverse.

La entrada de España en las Naciones Unidas en 1955 conllevaba la obligación de descolonizar el Sahara occidental. Once años después, el organismo internacional reconocía de forma oficial el derecho a la autodeterminación del Sáhara y pedía a España que hiciese un censo oficial de los habitantes de la que era su provincia número 53. España concluyó el trabajo en 1974 y anunció el referéndum de autodeterminación para 1975. Marruecos pidió al Tribunal de La Haya que reconociese sus derechos históricos sobre ese territorio, pero La Haya dictaminó en contra de la tesis marroquí.

Además, el consejo de seguridad de Naciones Unidas ha dictado desde 1974 más de 60 resoluciones en las que insta a la celebración de ese referéndum, al que deben acudir ambas partes "sin posiciones previas". Naciones Unidas deploró la Marcha Verde de Marruecos sobre el Sahara y en 1991 estableció una misión de paz (Minurso) para que la consulta popular se llevara a cabo sin sangre. Las presiones de Marruecos sobre Europa son mayores.

Para ver el resto del reportaje, pincha los títulos:

No hay comentarios: