A/A SR. DEFENSOR DEL LECTOR
EL PAÍS
Madrid
defensor@elpais.es
Tel.: 91 337 78 36
Madrid, 5 de junio de 2007
Estimado Sr. Defensor del Lector:
Le escribo estas líneas con cierta perplejidad e indignación.
Hace ya algún tiempo hubo de llamársele la atención a la Redacción de EL PAÍS por publicar un mapa de Marruecos que incluía también, como si tal cosa, la ex colonia española del Sáhara Occidental. ¿Fue ese desliz una maniobra ad hoc del lobby promarroquí o fue simple desconocimiento cultural de unos profesionales del periodismo? Mala cosa en ambos casos.
Tras las quejas pertinentes, el diario rectificó y ahora ya publica el mapa como es debido: El Sáhara Occidental es un territorio NO-autónomo sobre el que Marruecos no ostenta ningún título de soberanía, como ya dictaminó el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya en 1975. Es, lisa y llanamente, un territorio invadido y ocupado por Marruecos, que ha pretendido la anexión de facto del territorio saharaui, como dejan bien claro más de medio centenar de resoluciones de Naciones Unidas.
La perplejidad e indignación que menciono al inicio de estas líneas se deben a la publicación por EL PAÍS, el 31 de mayo pasado (pág. 17), de un artículo del novelista marroquí Sr. Abdelkáder Chaui (“Un proyecto para pactar el consenso”) enmarcado por el propio Diario bajo el lema (subrayado) “La Autonomía del Sáhara Occidental”, lo que considero una maniobra poco decente, máxime justo en vísperas de la visita a Madrid del Secretario General de la ONU, Sr. Ban Ki-Moon.
Dejo aparte el contenido del artículo del Sr. Chaui, quien merece todos mis respetos y que, en todo caso, podría ser objeto de comentario crítico en otro lugar --en sus propias páginas de Opinión, si ustedes lo permitieran--. (Entre otras cosas, el hecho de que este señor haya padecido cárcel por defender la legalidad internacional o, lo que es lo mismo, el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, es un mérito muy encomiable; pero en modo alguno, un aval para justificar su puesta al servicio, hoy, del Monarca alauí y la sutil defenestración, por las buenas, del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Desde luego, no es el primero ni el único que lo pretende).
Lo que me sorprende e indigna es que EL PAÍS tome partido, descaradamente, por las ramplonas tesis (¿?) de los gobernantes marroquíes, sus “intelectuales orgánicos” y asimilados. No es de recibo –y manifiesto mi más enérgica protesta por ello— que la propia Redacción de EL PAÍS presente a sus lectores “La Autonomía del Sáhara Occidental” como si tal cosa, como queriendo dejar claro que “eso es lo que hay” y, subliminalmente, alineándose con las intenciones y tretas de los gobernantes alauitas.
Si EL PAÍS hubiera actuado con, al menos, algo de equidad, igualmente debería haber enmarcado el artículo de más de medio centenar de cineastas españoles publicado tan solo unos días antes en esas mismas páginas de Opinión (“Abre tus ojos al Sáhara”, EP, 28/05/2007, pág. 17) bajo el lema “La Independencia del Sáhara Occidental” o, cuando menos, “La Autodeterminación del Sáhara Occidental”. Pero no lo hizo. ¿Por qué? ¿Porqué esa diferencia de trato a los planteamientos anexionistas (gobiernos de Marruecos, Francia, EE.UU y España) frente a las tesis de la legalidad internacional (ONU, Pueblo Saharaui, Frente Polisario, mayoría de la población española y millones de personas solidarias de todo el mundo)?
Y tanto o más indignante aún es el hecho de que se publique en EP el artículo del Sr. Chaui silenciando que –aparte de novelista-- es un funcionario, un diplomático y un portavoz a sueldo del Gobierno de Marruecos, ya que ha venido ostentado diversos cargos públicos bajo la Monarquía alauita y actualmente es Consejero y Agregado Cultural de la Embajada de Marruecos en España (como puede verse en el Centro Cultural Al Andalus y en el Foro literario de los estudiantes de la Universidad de Tetuan). De modo que queda claro qué intereses representa y en nombre de quién habla y escribe.
Con esa actitud, EL PAÍS está tratando de “colarnos” a los lectores un doble mensaje: la toma de posición de ese Diario por la “autonomía” marroquí del Sáhara Occidental (cercenando así la legalidad internacional) y la visión aparentemente “aséptica” de lo que no es sino la posición claramente promarroquí del artículo del Consejero y Agregado Cultural de la Embajada de Marruecos en España.
Más aún, salvo contadísimas y excepcionales ocasiones (como en el caso de “Abre tus ojos al Sáhara”, que ha precisado el aval de más de cincuenta profesionales de prestigio para merecer su publicación), EP rechaza (no publica) aquellos trabajos que no comulgan con las tesis oficiales marroquíes pero sí empatizan plenamente con la opinión y el sentir de la inmensa mayoría de la población española, del pueblo saharaui y, por supuesto, con la legalidad internacional, tan manipulada para lo que interesa a los poderosos.
Me da pena por el Pueblo Saharaui, tan maltratado y abandonado, y mucha vergüenza de EL PAÍS, que ha venido siendo “mi” periódico y que se autodenomina Independiente. ¿Independiente de quién? ¿De la inmensa mayoría de la sociedad española?
Desearía que ese Diario supiera rectificar a tiempo estos... ¿errores? y Vd. pudiera defender de verdad a los lectores.
Agradeciendo la atención prestada, reciba un atento saludo.
Firmado:
Luis Portillo Pasqual del Riquelme
Madrid
Fuente: Cantabria por el Sáhara
EL PAÍS
Madrid
defensor@elpais.es
Tel.: 91 337 78 36
Madrid, 5 de junio de 2007
Estimado Sr. Defensor del Lector:
Le escribo estas líneas con cierta perplejidad e indignación.
Hace ya algún tiempo hubo de llamársele la atención a la Redacción de EL PAÍS por publicar un mapa de Marruecos que incluía también, como si tal cosa, la ex colonia española del Sáhara Occidental. ¿Fue ese desliz una maniobra ad hoc del lobby promarroquí o fue simple desconocimiento cultural de unos profesionales del periodismo? Mala cosa en ambos casos.
Tras las quejas pertinentes, el diario rectificó y ahora ya publica el mapa como es debido: El Sáhara Occidental es un territorio NO-autónomo sobre el que Marruecos no ostenta ningún título de soberanía, como ya dictaminó el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya en 1975. Es, lisa y llanamente, un territorio invadido y ocupado por Marruecos, que ha pretendido la anexión de facto del territorio saharaui, como dejan bien claro más de medio centenar de resoluciones de Naciones Unidas.
La perplejidad e indignación que menciono al inicio de estas líneas se deben a la publicación por EL PAÍS, el 31 de mayo pasado (pág. 17), de un artículo del novelista marroquí Sr. Abdelkáder Chaui (“Un proyecto para pactar el consenso”) enmarcado por el propio Diario bajo el lema (subrayado) “La Autonomía del Sáhara Occidental”, lo que considero una maniobra poco decente, máxime justo en vísperas de la visita a Madrid del Secretario General de la ONU, Sr. Ban Ki-Moon.
Dejo aparte el contenido del artículo del Sr. Chaui, quien merece todos mis respetos y que, en todo caso, podría ser objeto de comentario crítico en otro lugar --en sus propias páginas de Opinión, si ustedes lo permitieran--. (Entre otras cosas, el hecho de que este señor haya padecido cárcel por defender la legalidad internacional o, lo que es lo mismo, el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, es un mérito muy encomiable; pero en modo alguno, un aval para justificar su puesta al servicio, hoy, del Monarca alauí y la sutil defenestración, por las buenas, del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Desde luego, no es el primero ni el único que lo pretende).
Lo que me sorprende e indigna es que EL PAÍS tome partido, descaradamente, por las ramplonas tesis (¿?) de los gobernantes marroquíes, sus “intelectuales orgánicos” y asimilados. No es de recibo –y manifiesto mi más enérgica protesta por ello— que la propia Redacción de EL PAÍS presente a sus lectores “La Autonomía del Sáhara Occidental” como si tal cosa, como queriendo dejar claro que “eso es lo que hay” y, subliminalmente, alineándose con las intenciones y tretas de los gobernantes alauitas.
Si EL PAÍS hubiera actuado con, al menos, algo de equidad, igualmente debería haber enmarcado el artículo de más de medio centenar de cineastas españoles publicado tan solo unos días antes en esas mismas páginas de Opinión (“Abre tus ojos al Sáhara”, EP, 28/05/2007, pág. 17) bajo el lema “La Independencia del Sáhara Occidental” o, cuando menos, “La Autodeterminación del Sáhara Occidental”. Pero no lo hizo. ¿Por qué? ¿Porqué esa diferencia de trato a los planteamientos anexionistas (gobiernos de Marruecos, Francia, EE.UU y España) frente a las tesis de la legalidad internacional (ONU, Pueblo Saharaui, Frente Polisario, mayoría de la población española y millones de personas solidarias de todo el mundo)?
Y tanto o más indignante aún es el hecho de que se publique en EP el artículo del Sr. Chaui silenciando que –aparte de novelista-- es un funcionario, un diplomático y un portavoz a sueldo del Gobierno de Marruecos, ya que ha venido ostentado diversos cargos públicos bajo la Monarquía alauita y actualmente es Consejero y Agregado Cultural de la Embajada de Marruecos en España (como puede verse en el Centro Cultural Al Andalus y en el Foro literario de los estudiantes de la Universidad de Tetuan). De modo que queda claro qué intereses representa y en nombre de quién habla y escribe.
Con esa actitud, EL PAÍS está tratando de “colarnos” a los lectores un doble mensaje: la toma de posición de ese Diario por la “autonomía” marroquí del Sáhara Occidental (cercenando así la legalidad internacional) y la visión aparentemente “aséptica” de lo que no es sino la posición claramente promarroquí del artículo del Consejero y Agregado Cultural de la Embajada de Marruecos en España.
Más aún, salvo contadísimas y excepcionales ocasiones (como en el caso de “Abre tus ojos al Sáhara”, que ha precisado el aval de más de cincuenta profesionales de prestigio para merecer su publicación), EP rechaza (no publica) aquellos trabajos que no comulgan con las tesis oficiales marroquíes pero sí empatizan plenamente con la opinión y el sentir de la inmensa mayoría de la población española, del pueblo saharaui y, por supuesto, con la legalidad internacional, tan manipulada para lo que interesa a los poderosos.
Me da pena por el Pueblo Saharaui, tan maltratado y abandonado, y mucha vergüenza de EL PAÍS, que ha venido siendo “mi” periódico y que se autodenomina Independiente. ¿Independiente de quién? ¿De la inmensa mayoría de la sociedad española?
Desearía que ese Diario supiera rectificar a tiempo estos... ¿errores? y Vd. pudiera defender de verdad a los lectores.
Agradeciendo la atención prestada, reciba un atento saludo.
Firmado:
Luis Portillo Pasqual del Riquelme
Madrid
Fuente: Cantabria por el Sáhara
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