soito.es actualidad
20-02-2008
La secesión de Kosovo resucita otra gran independencia pendiente
Los saharauis aseguran que están perdiendo su confianza en la ONU
Por MARÍA JOSÉ LLERENA (SOITU.ES)
El conflicto del Sáhara lleva tres décadas sobre la mesa de la ONU esperando a que se cumplan las directrices que deberían llevar a su independencia, pero las trabas que pone Marruecos y la desidia de la comunidad internacional mantienen la cuestión en el atolladero. Kosovo ha logrado el mismo objetivo con otra estrategia: saltarse a la torera el derecho internacional. Uno y otro caso tienen muy diferente pelaje, pero ha sido irremediable que la secesión de la región balcánica despierte una duda peligrosa: ¿Es más efectiva la vía de los hechos consumados que la de encomendarse al derecho internacional?
Desde que Kosovo proclamara el pasado domingo su independencia, potencias internacionales como EEUU, Francia, Alemania o Reino Unido han reconocido y felicitado al nuevo estado, pese a haber hecho su anuncio de manera unilateral y sin el beneplácito de Naciones Unidas. Esta flexibilidad en la aplicación de las normas de juego internacionales ha descolocado a algunos. También a los saharauis.
"Nos alegramos de que se escuche la voz de un pueblo y se atienda a su derecho a decidir sobre su independencia, pero lamentamos que exista un doble rasero", así se expresa Bucharaya Hamudi Beyun, el delegado del Frente Polisario en España, que no oculta su decepción por los acontecimientos. "Los saharauis vamos perdiendo nuestra confianza en la ONU, vamos perdiendo nuestra confianza en la comunidad internacional".
También el Sáhara Occidental autoproclamó su independencia en el año 1976, pero las grandes potencias se negaron a reconocerla invocando el respeto a las leyes internacionales. El representante saharaui se asombra de que a la hora de apoyar la independencia de Kosovo no se hayan demostrado tantos escrúpulos. "Estamos perplejos por la actitud de muchos países que dicen apoyar el derecho internacional, pero que en ciertos casos se lo saltan sin problema".
La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) sigue siendo un país sin Estado. Su estrategia desde 1991 -año en el que se pactó un alto el fuego a la guerra librada con Marruecos- ha sido la de confiar su camino hacia la autodeterminación a las Naciones Unidas, que consideran el contencioso con Marruecos como un asunto de descolonización.
La ONU ha propuesto en varias ocasiones la celebración de un referéndum en el que el pueblo saharaui vote si quiere formar parte de Marruecos o ser independiente, pero los obstáculos del país alauí han impedido que se llegue a celebrar la consulta. Los últimos esfuerzos para resolver el contencioso se centran en una serie de conversaciones directas entre las partes, que se están celebrando en Nueva York al abrigo de las Naciones Unidas. El próximo mes de marzo tendrá lugar la cuarta ronda, que se afronta sin grandes esperanzas.
El propio enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, Peter van Walsum, ha reconocido recientemente tras un viaje por la zona que le ha llevado ante las dos partes en conflicto, que no logra resolver el asunto.
La secesión de Kosovo destapa la caja de los vientos. La UE sabía que el tema resucitaría otras independencias pendientes y se ha apresurado a explicar que no sienta precedentes por tratarse de un "caso sui géneris", pero lo cierto es que con el apoyo de buena parte de la comunidad internacional se ha legitimado la acción. "Esto demuestra -dice Bucharaya- que sólo es cuestión de si te apoyan o no las potencias internacionales según sus intereses geopolíticos, no de tus derechos".
Las comparaciones son odiosas, sobre todo si uno es el que sale mal parado.
Fuentes:
*POEMARIO POR UN SAHARA LIBRE
*SOITU.ES
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