EL LARGO CONFLICTO EN UNA ZONA ESTRATÉGICA
EMBOIRIK AHMED
elPeriódico.com
4/7/2007
El Sáhara y la legalidad internacional
Todas las resoluciones de las Naciones Unidas avalan el derecho de autodeterminación saharaui
EMBOIRIK Ahmed*
Entre el 18 y el 19 de junio se llevó a cabo la primera ronda de negociaciones directas, bajo los auspicios de la ONU, entre el Frente Polisario y el Gobierno marroquí, en aplicación de la resolución 1754 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que insta a las dos partes a buscar una solución negociada respetando el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. En los últimos años, el conflicto saharaui ha pasado por largas etapas de bloqueo y estancamiento que, de continuar, podrían cerrar el camino a una solución pacífica, con el consiguiente peligro para la estabilidad de una región que se encuentra en la antesala de Europa.
El Sáhara Occidental ha sido una preocupación constante para los organismos internacionales desde inicios de los años 60. Desde el año 1963, está inscrito en la lista de territorios no autónomos del comité de descolonización de Naciones Unidas. Este proceso fue interrumpido por la invasión marroquí de 1975, lo que imposibilitó la resolución 1514 de la Asamblea General de la ONU, relativa a la concesión de la independencia a los países y pueblos colonizados.
EL TRIBUNAL Internacional de Justicia determinó con meridiana claridad que el material y la información que le proporcionaron no establecen la existencia de ningún vinculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental y el reino de Marruecos. Por tanto, no se comprobó la existencia de lazos jurídicos que puedan modificar la aplicación de la resolución 1514 y, en particular, se hacía posible la aplicación del principio de autodeterminación mediante la expresión libre y auténtica de los pobladores del territorio.
En enero del 2001, el consejo jurídico de la ONU, en su veredicto consultivo, determinó que España no poseía la soberanía sobre el territorio, sino la administración del mismo. Por lo tanto, el acuerdo de Madrid, que repartió el territorio entre Marruecos y Mauritania, no permitía el traspaso de soberanía entre los firmantes y, en consecuencia, el estatus del Sáhara Occidental como territorio no autónomo no quedaba afectado.
El plan de arreglo firmado por el Frente Polisario y Marruecos, y avalado por el Consejo de Seguridad en sus resoluciones 658 (1990) y 690 (1991), los acuerdos de Houston firmados por las dos partes en 1997 --respaldado por el Consejo de Seguridad--, así como el plan de paz para la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental, el plan Baker, aprobado por la resolución 1495 (del 2003) establecen la celebración de un referendo de autodeterminación.
LA ONU mantiene una misión (Minurso) en el territorio, ha gastado más de 700 millones de dólares en su mantenimiento, ha designado varios representantes especiales... y a pesar de todo se ha visto incapaz de cumplir su labor. El obstáculo principal que ha hecho fracasar estos esfuerzos ha sido la intransigencia de Marruecos y el incumplimiento de sus compromisos internacionales.
La situación en los territorios ocupados del Sáhara adquiere tintes dramáticos por la violación sistemá- tica de los derechos humanos de los ciudadanos saharauis, a los que se impide expresar libre y pacíficamente su rechazo a la ocupación. Orga- nizaciones como Human Rights Watch, Amnistía Internacional, Fre- edom House y Organización Mundial contra la Tortura, y el comisionado de la ONU para los derechos humanos han constatado esta realidad. La muerte de dos defensores de los derechos humanos y la represión a los estudiantes saharauis en las universidades marroquís, donde la joven Sultana Jaya perdió el ojo derecho a causa de una brutal paliza, son el mejor reflejo de esta política irracional.
En este nuevo proceso negociador, la propuesta de la potencia ocupante consiste en tratar de legitimar la ocupación ilegal de nuestro país, proponiendo una autono- mía en el marco de la soberanía marroquí.
La propuesta saharaui, en concordancia con la legalidad internacional, aboga por la celebración de un referendo mediante el que la población saharaui pueda elegir libremente su destino. La propuesta contempla que en un Sáhara independiente estarán garantizados todos los derechos democráticos de los ciudadanos marroquís que decidan establecerse en el territorio.
En España la causa saharaui ha gozado en todo momento de un cariño y una solidaridad dignas de admiración, y que nuestro pueblo agradecerá eternamente. Desde el inicio de este proceso hemos contado con el apoyo y la simpatía de esta ciudadanía, que, con su actitud y entrega, ha hecho más llevadero este calvario impuesto a unas mujeres y hombres que sueñan con la libertad .
LAS REGLAS democráticas o son universales o se convierten en una coartada que obedece solo a intereses coyunturales que la mayoría de las veces son pocos honestos y acarrean consecuencias lamentables.
Considerar poco realista la aplicación de la legalidad internacional en el caso de Sáhara Occidental no solo es una irresponsabilidad y un alineamiento con la política marroquí, sino que significa bloquear la mejor opción para buscar una solución justa, definitiva y con el menor coste político y social para los pueblos de la región.
*Delegado del Frente Polisario en Catalunya
Fuentes:
*COMITÈ CATALÀ AMINETU HAIDAR
*elPeriódico.com
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