PERIÓDICO DIAGONAL
14 DE NOVIEMBRE
Huelga general contra la austeridad de la troika
Distintos movimientos
europeos valoran la convocatoria y las formas de
coordinación entre las poblaciones de la UE.
Tomás Muñoz (Redacción)
Lunes 12 de noviembre de 2012.
Número 185
- HACIA LA HUELGA GENERAL. El 27 de octubre fue un anticipo de la movilización de noviembre / FOTO: Olmo Calvo
En marzo de 2011, el Consejo
Europeo, la reunión periódica que
mantienen los jefes de gobierno de
los países de la Unión Europea, plasmaba
en un documento, conocido
como “Pacto del Euro”, las grandes
líneas de las políticas de austeridad
que se han implantado en los países
afectados por la llamada “crisis de la
deuda”. Es el documento base del que
se derivan las medidas consignadas
en los diferentes memorandos que
han firmado los Estados “rescatados”
por la UE, y también las recetas que
han aplicado gobiernos como el de
Monti en Italia o el de Rajoy, y fue firmado
por los 17 estados que tienen al
euro como moneda de curso legal.
No obstante, antes de la firma de
ese documento, en Grecia ya se habían
implantado algunas de estas directrices.
A cambio de recibir 110.000
millones de euros en mayo de 2010,
el Gobierno griego se comprometió a
un plan que incluía, entre otras cosas,
una reducción de sueldo a funcionarios,
una disminución de pagas
a los pensionistas, una subida del IVA
y de los impuestos que gravan el tabaco,
el alcohol y los carburantes,
además de un plan progresivo de privatización
de empresas públicas y
venta de patrimonio. El desmantelamiento
del Estado se concretaba en
el compromiso de despedir a 150.000
empleados públicos en dos años; si
sólo se tiene en cuenta la proporción
de habitantes esto correspondería a
700.000 en el Estado español. Las
medidas incluyeron asimismo el recorte
del salario mínimo desde 751
euros a 580 euros, 510 euros para los
menores de 25 años. Un año más tarde
llegó el segundo “rescate”, a cambio
de otro paquete que incluía más
privatizaciones de empresas públicas
y nuevas subidas de tasas.
Además de todas estas medidas, los
presupuestos tienen que ser aprobados
por la troika (Unión Europea,
BCE y FMI) antes de ser votados en el
Parlamento y supervisores de la
Comisión Europea se han instalado
permanentemente en Atenas. El rescate
de Grecia arroja cifras contundentes:
el desempleo se ha duplicado,
los salarios han bajado un 30% y se
han disparado el número de personas
sin hogar y de suicidios.“Actualmente
Grecia es una olla a presión. Con las
medidas de austeridad adoptadas, la
población en general es incapaz de
sobrevivir dignamente”, así resume
las consecuencias de estas medidas
Fani Tsioumpekou, activista del colectivo
anarcosindicalista Rocinante.
“Rescates” y chantajes
Las políticas de austeridad se han
extendido por los diferentes Estados
en problemas, con independencia de
que hayan solicitado el “rescate”
total, parcial o, como en el caso italiano,
hayan visto como las instituciones
europeas instauraban un gobierno
tecnocrático. Tras el “rescate”
griego llegó el irlandés y posteriormente,
ya con el Pacto del Euro en
vigor, el de Portugal. En el caso irlandés,
se estableció un plan para reducir
el número de funcionarios y los días
de vacaciones de los empleados
públicos, suprimir organismos y una
subida de impuestos directos e indirectos,
además de implementar medidas
de captación de capitales transnacionales
a través de ventajas fiscales
aún más profundas de las que ya tenía
el antiguo tigre celta.
En el palacio de San Bento, sede del
gobierno de Portugal, se replicaron
las condiciones impuestas a Grecia
con privatizaciones, supresión en las
pagas extras a funcionarios y pensionistas,
una subida del IVA, y un ataque
vía impositiva sobre los salarios:
los trabajadores con ingresos menores
a 7.000 euros anuales sufrirán en 2013 una retención del 14,5% de su
sueldo, mientras que los salarios comprendidos
entre esa cantidad y los
20.000 euros verán aplicada una tasa
que alcanzará el 28,5%de su salario.
El “no” rescate de Italia
Frente a esta agresión a escala europea,
el activista Joao Camargo, de la
organización portuguesa Precários
Inflexíveis, cree que “lo que une todos estos pueblos (y podría unir otros
más, por supuesto) es una necesidad
absoluta de resistir, de organizarse,
de avanzar contra todas esas políticas
destructivas que quieren volver
atrás ochenta años en la vida colectiva
y económica de nuestras sociedades”.
Mirko, economista participante
en la escuela popular del Centro
Social Cortocircuito, de Roma, recuerda
que “esta política económica
está imitando los planes de ajuste estructural
que se aplicaron en los países
africanos y latinoamericanos en
los ‘80 y ‘90”, y cita el caso de Uganda,
que “pagaba en los años ‘90 doce dólares
de deuda por cada dos que se
gastaba en garantizar la Sanidad”.
Contestación a la austeridad
La contestación en la calle ha sido diferente
en cada uno de los Estados,
con mayor o menor presencia y participación
de la sociedad. Aunque hayan
arrancado pequeñas victorias, no
han logrado torcer la senda de austeridad
impuesta desde la troika. No
obstante, la batalla no está concluida
y las movilizaciones van a más.
En Grecia, las huelgas generales continúan
sin que decaiga la participación,
“el número de trabajadores
que siguen participando en las huelgas
hasta la fecha es proporcionalmente
adecuado, especialmente si se
tiene en cuenta que se convocan
bastante a menudo”, comenta Fani
Tsioumpekou. La próxima, de 48 horas,
convocada antes del cierre de esta
edición, será el preludio de las movilizaciones
del 14 de noviembre.
“La movilización general europea
se percibe como una gran oportunidad
para seguir demostrando el rechazo
a las medidas de austeridad”,
valora Tsioumpekou, aunque cree
que hay riesgos en focalizar únicamente
las protestas contra la troika y
sus imposiciones, “echar la culpa (sólo)
a la troika es de una lógica muy
simple, ya que sólo sigue las consecuencias
del capitalismo en sí. Por el
contrario, estamos convencidos de lo
que ha sido ya evidente para la mayoría
de las personas: la simplificación
excesiva de que Alemania y
Merkel son los ‘malos’ y todos los políticos
están tan pringados que deben
ser castigados, ha llevado a los neonazis Amanecer Dorado
a obtener un
7% en las últimas elecciones y a crecer
hasta el 20% en las encuestas . Es
crucial para los movimientos echar
un vistazo a sus raíces y darse cuenta
de que el enemigo real es el propio
capitalismo, y las medidas de austeridad
son sólo el resultado”.
En Portugal, la contestación a las
políticas de austeridad de forma masiva
es un fenómeno más reciente.
Joao Camargo comenta que “para
nosotros las protestas del 15 septiembre
–en las que un millón de personas
rodearon el parlamento– y todas
las grandes manifestaciones que siguieron
(29 septiembre, 13, 15 y 31 de
octubre) han sido muy importantes
para terminar con el consenso que la
troika y la austeridad han podido despertar”.
De hecho, para Camargo, ese
consenso “está muerto. Este gobierno
se sostiene solamente por la troika
y Merkel”.
En Italia, los sectores movilizados
encuentran dificultades para que la
población identifique al gobierno
Monti con la gobernanza neoliberal
europea. Duccio Mellaro, del colectivo
Global Project, cree que “la tenemos
metida en casa, pero los italianos
no perciben que sea la troika la
que decide, sino que es el gobierno
de Italia”. Para Mellaro, “es difícil
hacer entender que cuando habla el
gobierno está hablando la troika”.
El activista también es crítico con la
respuesta de los sindicatos de concertación
locales, que cree que “no
han puesto en problemas a la troika
como en España o Grecia”.
Huelga internacional
Por primera vez en la historia de la
Unión Europea se ha convocado simultáneamente
una jornada de paros
en diferentes Estados, con una
reivindicación común. Chipre, Malta,
Portugal, Italia y el Estado español vivirán
una jornada de huelga general
que será apoyada con movilizaciones
en Francia, Grecia y huelgas sectoriales
en la Bélgica francófona.
Para Angela Balzano, del centro
social TPO, de Bolonia, “lo importante
es que sobrepase las realidades
concretas y reales de los diferentes
territorios y consigamos una señal
potente y única de una huelga europea
con unas líneas comunes que
permitan la autonomía de cada territorio,
pero construyan un lugar común
en la protesta”. Angela cree que
“construir una red por la alternativa
real, que ponga en conflicto la crisis
del viejo wellfarestate y el mundo del
trabajo para construir alternativas,
requiere un trabajo constante, no se
puede desarrollar en un día o dos,
nos llevará más allá del 14N”. La idea
es que “a nivel europeo se construya
esta carta de derechos del común como
forma de poner en conflicto el
viejo Estado del bienestar “.
Para Joao Camargo, la convocatoria
del 14N a nivel europeo “es un paso muy
importante, algo que creemos que cambiará la naturaleza del combate
a la austeridad, la troika y la
miseria generalizada que es el plan
para todos nosotros en el futuro”. El
activista portugués cree que “será
la primera experiencia. En el futuro
tendremos más huelgas generales
internacionales y quizá de toda
Europa”. Mirko considera que “para
Monti y los neoliberales, la economía
es lo primero, lo social es secundario,
y lo que hay que construir es un proyecto
político que lleve el sentido
contrario, es decir, que lo social es lo
primero, y la economía es una parte
subordinada a lo social”. En el caso
italiano, el sindicato CGIL ha convocado
el paro para media jornada, cuatro
horas, algo que critican los activistas
italianos, que intentarán desbordarla.
Duccio Mellaro afirma que
“estamos listos y teníamos la necesidad
de buscar un momento de acción
en el que poder ligar la lucha local
con una mirada europea”. Angela valora
la convocatoria como necesaria
para sujetos que no están representados
por los sindicatos, trabajadores
precarios, migrantes, cognitariado,
etc., que “por sí mismos no pueden
convocar huelgas, pero están dispuestos
y con la necesidad de luchar,
de salir a la calle, y de generar una
alianza con los sindicatos que convocan
la huelga y construirla en conjunto”.
Angela se refiere a los sindicatos
de base, que han convocado huelga
para toda la jornada, que será descentralizada.
Huelga social y laboral
“Tenemos que reapropiarnos de la
huelga, trabajamos con lemas como
la huelga es tuya, nuestra, de todos,
europea, con la idea de que no sólo
sea monopolio del sindicato”, apunta Mirko,
que cree que debe ser “una
huelga no sólo contra, sino una huelga
para demostrar que se puede vivir
de otra forma, que la ciudad viva
de otra manera ese día”. El activista
comenta que en su territorio han experimentado
ese tipo de movilizaciones
porque “es una forma de repensar
la ciudad ese día, con huelgas de
movilidad, no usar el transporte público;
o que se generen iniciativas
como guarderías populares para que
los padres puedan ir”.
Desde Precarios Inflexibiles quieren
interpelar a trabajadores precarios.
Joao apunta que “nosotros
intentamos hacerles conocer sus derechos,
distribuyendo información,
haciendo vídeos y haciendo pública
la presión patronal. Pero muchos no
pueden participar por miedo e imposibilidad
financiera. Por eso, intentamos
hablar con ellos y ellas, hacemos
invasiones de sus centros de trabajo
y les invitamos a las manifestaciones
de la tarde, que es algo que en Portugal
ha empezado a hacerse ahora”.
+ INFORMACIÓN: