Fatimeto es una fuerte mujer saharaui de 33 años, que ha vivido toda su vida en un campamento de refugiados en medio del desierto en Tindouf, Argelia.
Galia, su madre, estaba embarazada en 1976, cuando tuvo que abandonar su lugar de nacimiento, Dajla, una ciudad de la costa del Sahara Occidental.
Ese año comenzó un conflicto en su país porque España, colonizador del Sáhara Occidental desde 1884, decidió no respetar la sugerencia de las Naciones Unidas de celebrar un referéndum para que el pueblo saharaui pudiera decidir libremente sobre su propio futuro.
En cambio, España tomó la decisión de dividir la antigua colonia entre Mauritania y Marruecos, a cambio de la explotación de las minas de fosfato y de los derechos de pesca.
El pueblo saharaui no aceptó esta situación y estableció un gobierno independiente, el Frente Polisario, que trató de liberar las áreas ocupadas por Marruecos y Mauritania.
La guerra entre el pueblo saharaui y Marruecos (Mauritania se retiró del conflicto) duró hasta 1991, año en el que se firmó un alto el fuego con el fin de llevar a cabo un referéndum de libre determinación. El mismo, aún no ha tenido lugar.
Entre tanto, más de 100.000 saharauis tuvieron que salir de su país para convertirse en refugiados en uno de los lugares más hostiles del mundo, el desierto de Argelia, y otros 300.000 saharauis viven en los territorios ocupados por Marruecos. Amnistía Internacional (http://archive.amnesty.org/air2008/eng/regions/middle-east-and-north-africa/morocco-and-western-sahara.html) y Human Right Watch (http://www.hrw.org/en/world-report-2009/moroccowestern-sahara) están reportando violaciones de los derechos humanos de los saharauis por parte del ejército marroquí.
Estuvimos viviendo en el campamento de refugiados durante una semana con Galia, Fatimeto y sus familiares: todos ellos han estado viviendo en el campamento de refugiados “27 de Febrero” desde que nacieron.
Tuvimos la gran oportunidad de vivir con ellos y compartir su impresión de haber sido olvidados por el mundo, en una situación que debería haber sido de carácter temporal.
Este es un conflicto que no se oye en la radio, que no se ve en la tele, no se lee en los periódicos. Mucha gente simplemente no sabe nada al respecto, y por esto sentimos la responsabilidad de hacer un poco de eco a esta situación.
Fuimos al campamento de refugiados con una organización española llamada “Conciencia saharaui”, que hizo un gran esfuerzo para atraer la atención de los medios de comunicación, y, lamentablemente, lo logramos.
Durante los años 80, Marruecos construyó un muro de 2.700 kilómetros, el segundo más largo del mundo (sólo después de la Gran Muralla de China), protegido con alambradas y minas. Este muro separa la zona ocupada por Marruecos del Sahara Occidental de la Zona Libre bajo el control del Frente Polisario. Muchas son las familias saharauis divididas por este muro.
El 10 de abril participamos en una manifestación pacífica organizada en una parte de este muro, con el objetivo de denunciar su construcción y el silencio de la comunidad internacional sobre la situación del pueblo saharaui.
Éramos alrededor de 1.400 personas procedentes de muchos países, especialmente de España y el Sahara Occidental. La idea era permanecer en frente del muro alrededor de 10 minutos para formar una cadena humana, pero la cadena se rompió.
Un grupo de jóvenes saharauis se acercaron mas al muro, gritando y llorando su impotencia y tristeza por su situación. La zona estaba llena de minas terrestres, y de repente explotó una. Brahim Hussein Labeid, 19 años, del campamento de refugiados de Dajla, perdió su pie derecho, mientras que otros 3 jóvenes saharauis resultaron heridos.
Principalmente a causa de este accidente los medios de comunicación españoles informaron acerca de la manifestación: el pie destruido de Brahim rompió el silencio internacional por unos pocos segundos.
El día siguiente nos enteramos que el ministro marroquí de Asuntos Exteriores había denunciado nuestra manifestación a la ONU, diciendo (mintiendo!) que estábamos llevando armas. Es increíble cómo pudo mentir de esa manera!
Pero, ¿por qué nadie está haciendo nada para resolver esta situación? Quizá porque el Sahara Occidental tiene enormes minas de fosfatos y reservas de pesca muy importantes, o tal vez porque Marruecos es la puerta de entrada a Europa para millones de emigrantes subsaharianos.
Los intereses geopolíticos y económicos de la UE en Marruecos están atando sus manos y cerrando su boca.
Por otro lado EE.UU. y Francia están históricamente muy cerca de Marruecos y apoyan su posición, lo cual impide cualquier decisión en el Consejo de Seguridad de la ONU a causa de su veto. Incluso Israel apoyó técnicamente Marruecos en la construcción del muro.
No sabemos cual es la salida a esta situación tan complicada.
El Frente Polisario ha estado tratando desde el alto el fuego para resolver la situación pacíficamente a través de los canales diplomáticos (ONU, UE ...). No consiguieron nada, sino promesas.
En los campamentos de refugiados se puede sentir como los saharauis están cansados de promesas: los jóvenes están pidiendo volver a la guerra. Esperamos que no suceda.
Pero realmente creemos que el pueblo saharaui tiene derecho a expresar su voluntad a través del referéndum, exigido por Naciones Unidas en 1966.
Tenemos que presionar a nuestros gobiernos a actuar para ello.
Maria y Nicola
PS si estas en Madrid y puedes, hay una concentración POR UN SÁHARA SIN MUROS NI MINAS, LIBRE E INDEPENDIENTE el viernes 17 de abril a las 19:00 horas frente al Ministerio de Asuntos Exteriores (Plaza de la Provincia). Nos vemos allí.
+ información en SAHARA RESISTE: Muro de la vergüenza
Fuente: COLUMNA 2009-Conciencia saharaui
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Galia, su madre, estaba embarazada en 1976, cuando tuvo que abandonar su lugar de nacimiento, Dajla, una ciudad de la costa del Sahara Occidental.
Ese año comenzó un conflicto en su país porque España, colonizador del Sáhara Occidental desde 1884, decidió no respetar la sugerencia de las Naciones Unidas de celebrar un referéndum para que el pueblo saharaui pudiera decidir libremente sobre su propio futuro.
En cambio, España tomó la decisión de dividir la antigua colonia entre Mauritania y Marruecos, a cambio de la explotación de las minas de fosfato y de los derechos de pesca.
El pueblo saharaui no aceptó esta situación y estableció un gobierno independiente, el Frente Polisario, que trató de liberar las áreas ocupadas por Marruecos y Mauritania.
La guerra entre el pueblo saharaui y Marruecos (Mauritania se retiró del conflicto) duró hasta 1991, año en el que se firmó un alto el fuego con el fin de llevar a cabo un referéndum de libre determinación. El mismo, aún no ha tenido lugar.
Entre tanto, más de 100.000 saharauis tuvieron que salir de su país para convertirse en refugiados en uno de los lugares más hostiles del mundo, el desierto de Argelia, y otros 300.000 saharauis viven en los territorios ocupados por Marruecos. Amnistía Internacional (http://archive.amnesty.org/air2008/eng/regions/middle-east-and-north-africa/morocco-and-western-sahara.html) y Human Right Watch (http://www.hrw.org/en/world-report-2009/moroccowestern-sahara) están reportando violaciones de los derechos humanos de los saharauis por parte del ejército marroquí.
Estuvimos viviendo en el campamento de refugiados durante una semana con Galia, Fatimeto y sus familiares: todos ellos han estado viviendo en el campamento de refugiados “27 de Febrero” desde que nacieron.
Tuvimos la gran oportunidad de vivir con ellos y compartir su impresión de haber sido olvidados por el mundo, en una situación que debería haber sido de carácter temporal.
Este es un conflicto que no se oye en la radio, que no se ve en la tele, no se lee en los periódicos. Mucha gente simplemente no sabe nada al respecto, y por esto sentimos la responsabilidad de hacer un poco de eco a esta situación.
Fuimos al campamento de refugiados con una organización española llamada “Conciencia saharaui”, que hizo un gran esfuerzo para atraer la atención de los medios de comunicación, y, lamentablemente, lo logramos.
Durante los años 80, Marruecos construyó un muro de 2.700 kilómetros, el segundo más largo del mundo (sólo después de la Gran Muralla de China), protegido con alambradas y minas. Este muro separa la zona ocupada por Marruecos del Sahara Occidental de la Zona Libre bajo el control del Frente Polisario. Muchas son las familias saharauis divididas por este muro.
El 10 de abril participamos en una manifestación pacífica organizada en una parte de este muro, con el objetivo de denunciar su construcción y el silencio de la comunidad internacional sobre la situación del pueblo saharaui.
Éramos alrededor de 1.400 personas procedentes de muchos países, especialmente de España y el Sahara Occidental. La idea era permanecer en frente del muro alrededor de 10 minutos para formar una cadena humana, pero la cadena se rompió.
Un grupo de jóvenes saharauis se acercaron mas al muro, gritando y llorando su impotencia y tristeza por su situación. La zona estaba llena de minas terrestres, y de repente explotó una. Brahim Hussein Labeid, 19 años, del campamento de refugiados de Dajla, perdió su pie derecho, mientras que otros 3 jóvenes saharauis resultaron heridos.
Principalmente a causa de este accidente los medios de comunicación españoles informaron acerca de la manifestación: el pie destruido de Brahim rompió el silencio internacional por unos pocos segundos.
El día siguiente nos enteramos que el ministro marroquí de Asuntos Exteriores había denunciado nuestra manifestación a la ONU, diciendo (mintiendo!) que estábamos llevando armas. Es increíble cómo pudo mentir de esa manera!
Pero, ¿por qué nadie está haciendo nada para resolver esta situación? Quizá porque el Sahara Occidental tiene enormes minas de fosfatos y reservas de pesca muy importantes, o tal vez porque Marruecos es la puerta de entrada a Europa para millones de emigrantes subsaharianos.
Los intereses geopolíticos y económicos de la UE en Marruecos están atando sus manos y cerrando su boca.
Por otro lado EE.UU. y Francia están históricamente muy cerca de Marruecos y apoyan su posición, lo cual impide cualquier decisión en el Consejo de Seguridad de la ONU a causa de su veto. Incluso Israel apoyó técnicamente Marruecos en la construcción del muro.
No sabemos cual es la salida a esta situación tan complicada.
El Frente Polisario ha estado tratando desde el alto el fuego para resolver la situación pacíficamente a través de los canales diplomáticos (ONU, UE ...). No consiguieron nada, sino promesas.
En los campamentos de refugiados se puede sentir como los saharauis están cansados de promesas: los jóvenes están pidiendo volver a la guerra. Esperamos que no suceda.
Pero realmente creemos que el pueblo saharaui tiene derecho a expresar su voluntad a través del referéndum, exigido por Naciones Unidas en 1966.
Tenemos que presionar a nuestros gobiernos a actuar para ello.
Maria y Nicola
PS si estas en Madrid y puedes, hay una concentración POR UN SÁHARA SIN MUROS NI MINAS, LIBRE E INDEPENDIENTE el viernes 17 de abril a las 19:00 horas frente al Ministerio de Asuntos Exteriores (Plaza de la Provincia). Nos vemos allí.
+ información en SAHARA RESISTE: Muro de la vergüenza
Fuente: COLUMNA 2009-Conciencia saharaui
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