martes, 7 de octubre de 2008

Declaración y conclusiones del Encuentro Internacional de Solidaridad con el Sáhara celebrado en Sevilla. ¡SAHARA VENCERÁ!


"Las personas y organizaciones participantes en este Encuentro Internacional de Solidaridad con el Sahara, reunidas en Sevilla, asumimos elevar, codo con codo, juntos con nuestros hermanos saharauis, el grito de lucha: ¡SAHARA VENCERÁ!"

SaharaLibre.es
7 de octubre de 2008


Declaración y conclusiones del encuentro de Solidaridad con el Sáhara

Sevilla, 3, 4 y 5 de octubre.

Desde hace más de treinta años, la causa saharaui clama por justicia. A día de hoy, el régimen marroquí incumple sistemáticamente la legalidad internacional, representada por una más que abultada lista de Resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, ejercitando un desprecio olímpico sobre los principios, la doctrina y hasta los últimos fundamentos éticos del Derecho Internacional.

La tiranía alauita ha quebrantado sistemáticamente los compromisos establecidos en el Plan de Paz para la libre determinación del Pueblo del Sahara Occidental, firmado por el mismo régimen marroquí, sin que ello tenga la más mínima repercusión práctica en el plano de las relaciones internacionales de la monarquía de Mohammed VI con el llamado "mundo occidental". El Reino marroquí ha convertido el territorio de los saharauis en una inmensa prisión en toda la extensión controlada por su ejército. El ocupante practica todas las formas posibles de terrorismo de Estado contra los genuinos representantes políticos y sociales del pueblo saharaui; roba sus recursos y niega la cultura saharaui con total impunidad. Este es, hoy por hoy, el poder de los Derechos Humanos en la antigua colonia española. El régimen de Mohammed VI continúa siendo siervo de EEUU y de Francia, cliente privilegiado de la UE y entusiasta socio de las transnacionales en el saqueo a su propio país; a cambio, ha sido erigido en "gendarme del Magreb". El pueblo marroquí sufre bajo la bota de este régimen feudal, explotador e imperialista, que envía a los mejores hijos del pueblo al Sur, en tanques, a avasallar a los países vecinos, y al Norte, en pateras, a morir en el Estrecho de Gibraltar, mientras la Familia Real se enriquece con el expolio y la extorsión de las riquezas de la región. La libertad del pueblo saharaui no puede suponer otra cosa sino la caída de los tiranos comunes: el pueblo marroquí, con sus organizaciones democráticas al frente, también ya grita libertad.

Desde 1975 hasta 2008, treinta y tres años de infamia definen la política española respecto al pueblo del Sahara Occidental.

Desde la traición consumada por los Acuerdos de Madrid, hasta el silencio cómplice ante la brutal represión en los Territorios Ocupados y la paralización de la celebración del Referéndum reflejado en el Plan de Paz, pasando por la participación entusiasta en el expolio de los recursos saharauis, los sucesivos gobiernos españoles no sólo han abdicado de sus deberes como potencia administradora, sino que han actuado como cooperadores necesarios en el mantenimiento de la ocupación. No puede olvidarse, como muestra extraordinaria de hipocresía, el envío rutinario de ayuda humanitaria a los campamentos de Tindouf, mientras simultáneamente este mismo Gobierno vende material de guerra a la tiranía marroquí para sostener la ocupación militar y garantizar la represión contra el mismo pueblo saharaui. No cabe alegar ignorancia o necesidad ante lo que es claro, evidente y ruin desde hace más de tres décadas: el Gobierno español siempre tuvo y sigue teniendo a su alcance los medios precisos para desempeñar el papel clave en la restitución completa de la soberanía saharaui sobre su territorio. Si no ejerce su inexcusable deber, debe ser considerado directamente responsable de los futuros desarrollos del conflicto en el Sahara Occidental, si este evolucionase hacia otros escenarios distintos de la resolución pacífica y negociada que desemboque en el ejercicio efectivo del derecho de autodeterminación. Al Gobierno español manchará, acusadora, la sangre derramada.

El pueblo saharaui ha demostrado sobradamente su voluntad de resistir, a no dejarse morir como pueblo, en medio de unos de los peores desiertos del mundo. Este es su tesoro como nación, la fuente moral para sostener los inauditos sacrificios del exilio y la represión por parte del criminal ocupante. Es algo que también conocen los patronos de la dictadura marroquí. Debemos, por tanto, alertar especialmente de las criminales tentativas de chantaje ejercidas por la UE contra la RASD, a cuenta de la reducción de la ayuda humanitaria a los campamentos de refugiados en territorio argelino. Denunciamos los intentos de las grandes potencias occidentales de comerciar con la dignidad de un pueblo (que no es más que otro intento de matarlo), procurando forzar componendas y nuevos "planes" que sólo sirvan para legitimar lo que nunca será legítimo sin el consentimiento libre, consciente y colectivo de todo el pueblo saharaui: la anexión del territorio saharaui por Marruecos. No debe tolerarse este intento de imponer una rendición que las armas del dictador Hassan II nunca obtuvieron, ni su hijo en el trono obtendrá jamás por sus propias fuerzas; y ni con la ayuda de todo el poder de las grandes potencias podrá acabar venciendo al heroico pueblo saharaui. Por ello, expresamos como Conclusiones de este Encuentro los siguientes: ACUERDOS

1. Denunciamos la situación de los Derechos Humanos en los territorios ocupados del Sahara Occidental por el Reino de Marruecos, como muestra de la opresión ejercida contra el pueblo saharaui.

2. Denunciamos la posición cómplice del gobierno español y de la Unión Europea, a nivel diplomático, en el mantenimiento de la ocupación, producto de la alianza de las grandes potencias con el régimen marroquí, así como los acuerdos económicos y comerciales realizados por España y la Unión Europea con el Reino de Marruecos, teniendo como objeto la explotación de los recursos soberanos del pueblo saharaui.

3. Exigimos la implicación activa del Consejo de Seguridad de la ONU en el cumplimiento total del Plan de Paz, que desemboque en el referéndum de autodeterminación, cortando de raíz las campañas propagandísticas del Reino de Marruecos acerca de supuestos "Planes de Autonomía".

4. La solidaridad con el pueblo saharaui debe incluir, como parte esencial de su actividad, el apoyo activo a las dos grandes instituciones políticas de las que se han dotado democráticamente los saharauis: el Frente POLISARIO, como Movimiento de Liberación Nacional, y la República Árabe Saharaui Democrática, como Único Estado Soberano de los saharauis.

5. Por ello, consideramos que la solidaridad con el pueblo saharaui debe ser tanto material como política. La "despolitización" de la solidaridad no debe ser la hoja de parra que encubra la complicidad de todos los gobiernos españoles con la ocupación marroquí.

6. En consecuencia, exigimos el reconocimiento mundial de la RASD, especialmente por parte del Reino de España y del resto de Estados miembros de la Unión Europea, considerando esta justa reclamación como base de la movilización social en esta fase del conflicto.

La Historia no podrá ser blanqueada por los opresores y sus cómplices mientras siga latiendo la voluntad de lucha del pueblo saharaui y sus amigos. No habrá olvido, no habrá descanso por parte del movimiento de solidaridad, no cejaremos en nuestro empeño hasta el logro de la restitución completa de la soberanía nacional del pueblo saharaui, a través del ejercicio del derecho de autodeterminación, que incluya la libre opción de la plena recuperación de la autoridad de la RASD sobre todo su territorio; éste es el único momento en el que podrá considerarse verdaderamente culminado el proceso de descolonización.

Las personas y organizaciones participantes en este Encuentro Internacional de Solidaridad con el Sahara, reunidas en Sevilla, asumimos elevar, codo con codo, juntos con nuestros hermanos saharauis, el grito de lucha: ¡SAHARA VENCERÁ!

Terra Actualidad - Europa Press
5 de octubre de 2008

Encuentro de Solidaridad con Sáhara critica la posición 'cómplice' de España y pide 'más implicación'

El encuentro Internacional de Solidaridad con el Sáhara, clausurado hoy en Sevilla, criticó la posición 'cómplice' del Gobierno español y de la Unión Europea y pidió 'más implicación' con el pueblo saharaui.

El manifiesto elaborado en el encuentro señala así la necesidad de buscar una solución política al conflicto desde 'la responsabilidad histórica que tiene España como país responsable de la descolonización del Sáhara Occidental'.

Según indicó la organización en una nota, entre las principales conclusiones se encuentra también una crítica conjunta por la situación de los Derechos Humanos en los 'territorios ocupados' del Sáhara Occidental por el Reino de Marruecos, 'como muestra de la opresión' ejercida contra estos ciudadanos.

Además, reiteró la posición 'cómplice' del Gobierno español y de la Unión Europea a nivel diplomático, 'en el mantenimiento de la ocupación, producto de la alianza de las grandes potencias con el régimen marroquí, así como los acuerdos económicos y comerciales realizados para explotar los recursos soberanos del pueblo saharaui'.

Por esta razón, exigió la 'implicación activa' del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el apoyo al Frente Polisario, 'como movimiento de liberación nacional', y la República Árabe Saharaui Democrática, 'único estado soberano de los saharauis'.

Poemario por un Sahara Libre
7 de octubre de 2008


Sultana Jaya: "Mi sufrimiento es el sufrimiento de todo el pueblo saharaui"

Entrevista a Sultana Jhaya, víctima de torturas en Marruecos, durante el Primer Encuentro Internacional de Solidaridad con el Sáhara en Sevilla

"Mi sufrimiento es el sufrimiento de todo el pueblo saharaui"


5 de octubre de 2008. Dolores Godino / laRepublica.es

Tiene sólo veintisiete años y una cara redonda y bonita. Parece una joven tranquila y con toda la vida por delante, pero cuando esta mujer nos cuenta su pasado, hay en él más sufrimiento que el que muchas personas de más edad podrían soportar. Sultana Jhaya se ha hecho tristemente famosa por las torturas sufridas hace un año y medio, a manos de la policía marroquí, que le provocaron la pérdida de un ojo. Hoy, tras varias operaciones de cirugía y reconstrucción, se ha convertido en un símbolo de la lucha del pueblo saharaui.

Usted era una estudiante en Marrakech. Su único crimen fue solidarizarse pacíficamente con otros estudiantes saharauis que habían sido apaleados por la policía en Agadir. ¿Cómo sucedió todo?

En el 2005, como es sabido, estalló la intifada saharaui por la independencia, que es un levantamiento popular y una muestra de resistencia del pueblo saharaui, sobre todo jóvenes, contra la ocupación marroquí y la represión. En el 2007, estaba en Marrakech, con otros estudiantes saharauis, en la Universidad, y decidimos organizar una sentada en solidaridad con lo que pasaba en los territorios ocupados, sobre todo en solidaridad con los compatriotas que habían sido víctimas de graves violaciones de los derechos humanos.

Yo estuve al frente de la manifestación, de la sentada, y vinieron más de setecientos antidisturbios. Y era tan rápido y tan brutal que de repente me encontré rodeada por un centenar de antidisturbios, uno me pegó directamente al ojo, se me cayó el ojo en la mano, y cuando le pedí que dejara de torturarme, otro agente les ordenó: “¡pegadle en el otro ojo!”. Afortunadamente, el otro golpe llegó sólo al hueso, no llegó a destruirme el otro ojo.

Y de repente trajeron a otro grupo de estudiantes saharauis, chicas, y nos metieron en una ambulancia. Yo estaba sangrando, nos metieron sangrando en la ambulancia, yo me acuerdo de un golpe, de una patada que me hizo rodar dentro de la ambulancia y me impidió sentarme en la camilla. Un policía me dijo: “la camilla es para los marroquíes, vosotros sois animales y no merecéis la cama”. Yo, con el ojo en la mano, gritaba “¡que me duele mucho!”. Él me metía los dedos en el ojo, en el agujero, para que sufriera más, incluso el conductor de la ambulancia decía: “pega a la puta polisaria, y si no quieres, déjame a mí, que yo me encargo”.

Fuimos al hospital y no nos atendió nadie, sólo me lavaron la cara, que estaba cubierta de sangre, para que nadie me hiciera fotos. Y después nos llevaron a la comisaría de un área turística de Marrakesh, donde los europeos están ahí, de turistas, mientras que abajo hay una cárcel donde masacraban a los saharauis.Y lo peor es que, cuando nos metieron en la cárcel nos encontramos a treinta saharauis más, totalmente destrozados, sin ropa, y con secuelas de tortura, con las manos atadas detrás. Eso fue lo más fuerte de lo que sufrimos en aquel momento. La situación de estos jóvenes saharauis era muy, muy impactante.

Pasó una hora y media. Ya estaba casi muriéndome de tanto perder sangre, cuando me llevaron a un hospital marroquí. Allí, las enfermeras simplemente me metieron en una cama. Vino un grupo de oficiales, parecían autoridades, preguntando “¿dónde está la polisaria?” Les dije que era yo y me dijeron: “¿todavía dices que eres polisaria?” Uno de ellos me arrastró y me tiró al suelo. El hospital estaba en condiciones infrahumanas y vomité sangre. Me puso las botas encima de la cabeza y apretó y me dijo: “lame tu propia sangre, asquerosa polisaria”. Los únicos que lamieron la sangre fueron los gatos que deambulaban por el hospital.

Me llevaron a otra habitación, donde había solamente una paciente y a las cuatro de la madrugada vino otro grupo de policías con un papel para que se lo firmara. Les dije que tenía los brazos rotos y no veía nada. Cogieron mi mano y por la fuerza impusieron las huellas. Eran las acusaciones del proceso.

¿Nadie la ayudó en esos momentos?

Durante todo el tiempo, lo único que les pedía era agua para beber, y ellos no me trajeron nada. Vino una familiar de la otra paciente marroquí, le pedí algo de beber y me dio un poco de leche. Le di un número de teléfono de mi familia, para que la avisara. Pero estaban vigilando la habitación, entraron y le dieron una bofetada a la chica marroquí y borraron el número. Cuando vieron ese acto de simpatía, me llevaron a otra habitación aislada. Y luego vinieron quince agentes, parecían oficiales, y la enfermera me dijo: “tienes que comprar el hilo para coserte el ojo”. Eso es muy habitual en Marruecos. Le contesté “¿cómo voy a comprar el hilo, estoy esposada a la cama, y en esta situación? Te doy un número y llama a cualquier saharaui o a mis familiares y te compran todo lo que quieras.” Lo lógico es que tenían que operarme en un plazo de seis horas, y tardaron dieciocho horas.

Y de repente, un policía tuvo clemencia de mí y me dijo “oye, no toleraría que eso le pasara a mi hermana o a un familiar mío. Dame un número y llamamos a algún familiar.” Al principio no confiaba en él, pensaba que lo que quería era un número de contacto. Pero al final se lo di, marcó y me dejó el teléfono. Llamé a una amiga y afortunadamente estaba con ella el presidente de una asociación de derechos humanos saharaui y vinieron, pusieron trabas, porque lo que querían los marroquíes era coserme los párpados sobre la cuenca del ojo, directamente. El presidente de la asociación es una persona muy formada y les dijo que iban a tener que asumir su responsabilidad. Intentaron omitir las fracturas en la cara y en la cabeza, pero al final un médico asumió la responsabilidad y me operó.

¿Estuvo luego en la cárcel?

Sí. Me llevaron al tribunal y el procurador del Rey me dijo que si quería que me soltaran tenía que decir que todo el daño se lo habían hecho los propios estudiantes saharauis. Me negué y me condenaron a ocho meses de cárcel. Después, cuando salí, me invitó una asociación sueca de apoyo al pueblo saharaui y salí de Marruecos sin que las autoridades se enteraran, clandestinamente.

Ahora vive en España, donde la han operado y le han reconstruido el rostro. Se dedica a denunciar los malos tratos y las torturas de Marruecos. ¿Qué piensa hacer en el futuro? Mi intención es volver a los territorios ocupados, pero estoy esperando a tener los papeles, para poder regresar si es necesario. Si no, no podré hablar sobre el Sáhara. Con papeles, tendré protección, podré entrar en Marruecos y seguiré luchando por los derechos de mi pueblo. Eso es lo más importante para mí, la causa saharaui y que la República Árabe Saharaui Democrática sea el representante único del pueblo saharaui.

Usted se ha convertido en un símbolo y un referente para su pueblo. Pocas personas de su edad pueden afirmar eso.

Mi sufrimiento es el sufrimiento de todo el pueblo saharaui, que vive en los territorios ocupados bajo la represión y opresión sistemática de las autoridades de ocupación marroquíes. Y de la otra parte de la población saharaui, que sufre en los campamentos de otra forma; no es la represión, pero sí la tortura del exilio.

+ información en SAHARA RESISTE:
*El corazón de Ahmed
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El Mami Amar Salem: "Nos enfrentamos a una máquina fría e irracional de asesinar, de llevar a cabo la misión ordenada: el genocidio”
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Sevilla acogerá el Primer Encuentro Internacional de Solidaridad con el Sáhara
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Sevilla, 3, 4 y 5 de octubre de 2008. Encuentro Internacional de Solidaridad con el Sahara
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Encuentro Internacional de Solidaridad con el Sahara. Sevilla, 3, 4 y 5 de octubre de 2008

Fuentes:
*Encuentro Internacional de Solidaridad con el Sahara
*SaharaLibre.es
*Terra Actualidad
*Poemario por un Sahara Libre

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