lunes, 21 de mayo de 2007

Dos caras de una realidad saharaui

Carta de Keiko Shingo al diario Ideal de Granada, en la que se denuncia la situación de los Territorios Ocupados a la vuelta de un viaje al Sáhara Occidental

Dos caras de una realidad saharaui
Keiko Shingo. Granada

Sr. Director de IDEAL: Acabo de efectuar un viaje a los territorios ocupados por Marruecos del Sahara Occidental, ex colonia española de donde salió el régimen de entonces sin descolonizarla.

Transcurridos 32 años de la ocupación y colonización marroquí, la población saharaui sigue viviendo en una sociedad represiva y humillante, sin poder ejercer derechos fundamentales, como el de la libertad de expresión. Vi en El Aaiún, cuando pasaba en coche delante de un instituto, a policías metiendo a un alumno saharaui en su furgoneta. Es una escena habitual porque dentro del instituto se infiltran policías de civil, así, para ser llevado a un interrogatorio, bastará con una mera expresión contra la ocupación.

Los extranjeros no podemos considerarnos exceptuados; basta un encuentro con defensores saharauis de derechos humanos para recibir enseguida la visita de un policía en tu hotel, y a partir de este momento quedas vigilado en la calle y hasta dentro del restaurante y del hotel.

Desde mayo de 2005, en el Sahara Occidental y en el sur de Marruecos, no cesan las oleadas de protestas contra la ocupación y la reivindicación del derecho a la autodeterminación.

Otro día, en Agadir (Marruecos), tres estudiantes saharauis fueron provocados por un grupo de estudiantes bereberes armados. Hubo un enfrentamiento, la policía intervino con gran violencia, detuvo a cinco saharauis y dejó varios heridos -Vi a uno-, pero ninguno del grupo bereber fue detenido...

Al día siguiente, debido a este suceso, se multiplicaron las manifestaciones de protesta en varias universidades y ciudades. La policía intensificó su violenta represión y en la Universidad de Marrakech se produjeron 50 detenidos y 26 heridos, una de ellos perdió un ojo.

Lo que aquí dibujo, sólo es un trazo cotidiano del paisaje saharaui bajo la ocupación.

En España, gracias a muchas actividades humanitarias, la vida de los refugiados saharauis en Tinduf está relativamente conocida, pero la de los territorios ocupados queda asediada por el silencio. Tenemos que hablar, porque la impunidad con que un régimen viola los derechos humanos, sólo se verá frenada cuando la sociedad de otros países hable y lo acuse. Y no olvidemos que la situación que viven los niños de Tinduf no es ajena a la que viven los niños bajo la ocupación marroquí; son las dos caras de una realidad saharaui.

Fuentes:
*Poemario por un Sáhara Libre
*Ideal Digital
*SaharaLibre.es

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